Espeleología en Costa Rica

3Los viejos tiempos

Expediciones internacionales en Costa Rica

El Karst en Costa Rica

Los viejos tiempos

En la edición de 1904 del Diccionario Geográfico de Félix Noriega, bajo el nombre de «Barrahonda»?, encontramos la primera alusión conocida a un fenómeno kárstico nacional. Dice así:

Barrahonda:

«Caserío en cuya jurisdicción se encuentra el cerro del mismo nombre, casi enteramente formado por calcáreos, y que tiene en su cima dos cuencas, especie de cráteres de 4 m. de circunferencia, cuyo fondo no alcanza a divisarse, por lo que se cree es un volcán extinto».

Por paradójico que parezca, esta dualidad incompatible del origen calcáreo del cerro, por un lado, versus su descripción como cráteres volcánicos, se mantiene por mucho tiempo, y aún en 1940, el Geógrafo J. F. Trejos incurre en ella.

El primer intento de exploración espeleológica se produce en 1912, en la persona del señor Lucas Raúl Chacón y algunos jovencitos, quienes visitaron una gruta en las inmediaciones de Cangrejal de Acosta. Al respecto, el señor Chacón publicó un artículo titulado ‘Los Cerros de Candelaria’, en la Revista de Costa Rica, tomo III (véase copia del artículo en la página 73 del libro ‘Macizos Calcáreos y Fenomenología Kárstica Costarricense’, de Carlos Goicoechea Carranza).

El siguiente dato nos lleva nuevamente al cerro Barra Honda, en Nicoya, ya que en 1922, el maestro de escuela Alejandro Porras visitó esa zona kárstica, según él mismo narra en su artículo ‘El Volcán Barra Honda’.

A partir del año 1942, y por espacio de unos 10 años, el hidrólogo costarricense Alfonso Segura Paguagua, como resultado de descubrimientos casuales en Guanacaste, se interesó en el fenómeno kárstico nacional, según informes personales y referencias de otras personas,

En 1962, el espeleólogo, explorador y aventurero francés Robert Vergnes, poseedor a la fecha del récord mundial de descenso vertical (Pierre San Martín, -900 m.), se hace presente en nuestro país, para realizar exploraciones espeleológicas. Entre noviembre de 1956 y fines de 1957, Vergnes había lanzado exploraciones a las cavernas de Lanquín, en Guatemala y había ascendido en plena erupción con el geólogo Haroun Tazzief al volcán Izalco, en El Salvador, a fin de filmar una película.

En Costa Rica es puesto en contacto con el montañero y periodista Yehudy Monestel A., quien le cita en forma breve las simas de Barra Honda. Vergnes las desecha, tomando interés en la ‘Caverna de Gabinarraca’, de Venado de San Carlos. Días más tarde se traslada con Monestel y media tonelada de equipo a la caverna, y procede a explorarla, dejando empero muchos misterios sin resolver. Vergnes mismo reconoce las enormes posibilidades de esta caverna, que en esa oportunidad fue explorada en solo unos 350 metros de longitud. Hoy en día cuenta con más de 2.900 metros explorados.

Entre los años 1964 y Diciembre de 1968, por cuenta propia, el señor J. Christopher Weston Knight estudió en forma sistemática el fenómeno kárstico en la Isla del Coco. Tiene a su haber un folleto sobre el tema, publicado por la Asociación de Amigos del Museo, en el que describe las innumerables cavernas de la isla, los sumideros de aguas y las surgencias. Asimismo, como buzo experimentado que es, ha explorado cavernas submarinas.

El Grupo de Espeleología (GE) surgió a finales de 1967 como una rama o sección del Club de Montañeros de Costa Rica, que fuera fundado en 1962 y reconocido oficialmente el 23 de Abril de 1967.

Entusiasta de primer orden y responsable en gran parte de la creación del Grupo lo fue el espeleólogo catalán Julián González Mateos, miembro del Grupo Espeleológico de Badalona (GEB), quien con su gran conocimiento y experiencia en la materia, alentó a varios miembros del Club de Montañeros a penetrar en las profundidades de la tierra.

Un gran primer paso fue el descubrimiento y descenso parcial al ‘Pozo 110’, en el complejo calcáreo de Barra Honda, efectuado los días 15, 16 y 17 de septiembre de 1967.

El entusiasmo de este grupo a su regreso fue enorme y contagió a una serie de individuos, los cuales acordaron entonces la fundación del Grupo Espeleológico, dentro del Club de Montañistas de Costa Rica (CMCR), que funcionaría además de los ya existentes grupos de Camping y Alta Montaña.

Así empezó la espeleología en Costa Rica, pasando muchos años desde aquellas fechas. En la actualidad existen dos asociaciones, la AEC (Asociación Espeleológica Costarricense) y la Asociación Anthros Costa Rica Grotto, creada en el año 2001. La Asociación Anthros Costa Rica Grotto fue creada con el fin de darle un carácter jurídico al Grupo Espeleológico Anthros, el cual se encuentra afiliado a la National Speleological Society (www.caves.org) en los Estados Unidos bajo el nombre de: ‘Anthros Costa Rica Grotto’, desde el 16 de Abril de 1998.

En Marzo de 2003, el Grupo Espeleológico Anthros asume la representación de Costa Rica ante la FEALC (Federación Espeleológica para América Latina y el Caribe).

A nivel nacional, el grupo ha estado activo desde 1995, realizando exploraciones en la Zona Sur, Venado de San Carlos, Barra Honda, el Pacífico Central, a lo que hay que agregar expediciones internacionales a Belice, Honduras, Guatemala y México.

 

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Expediciones internacionales en Costa Rica.

Año Entidad Lugar
1972 Cave Research Foundation Barra Honda
1982 NSS- National Speleological Society, USA Barra Honda
1987 NSS, USA ZONA SUR
1988 NSS, USA ZONA SUR
1988 Grupo Grotte Carlo Debeljak, Italia ZONA SUR
1989 NSS, USA ZONA SUR
1991 SSS, Société Suisse Spéléologie ZONA SUR

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El Karst en Costa Rica

El karst abarca cerca del ocho porciento de la superficie de nuestro país, que hemos dividido en 7 zonas o grupos, subdivididos a su vez en subgrupos, localidades y sectores, véase detalle en Guía Kárstica de Costa Rica, Tomo IV (Colección “Cavernas de Costa Rica, Carlos Goicoechea Carranza). Los grupos son: Guanacaste (1), Pacífico Central (2), Valle Central (3), Turrialba/Pacuare (4), Atlántico (5), Pacífico Sur (6) y Aisladas (7).

En su superficie, el karst es la región que se caracteriza por una fisiografía compuesta por relieves de colinas, torres, mogotes y de dolinas (conocidos como sumideros).En su interior abundan las cavernas, abismos, ríos subterráneos y otras morfologías.

El karst es el producto de la disolución de la roca caliza a través del tiempo por el efecto de la lluvia sobre este tipo de roca. La roca caliza se formó por el depósito de sedimentos y esqueletos de organismos marinos acumulados en el fondo de mares llanos, a través de millones de años. A través del tiempo estas rocas fueron elevadas, moldeadas y esculpidas por lentos procesos geológicos.

Las regiones kársticas contienen un alto número de especies de flora y fauna nativas y endémicas, algunas exclusivas del patrimonio natural de nuestro país. Además constituyen nuestras reservas de agua más importantes, conocidas como acuíferos. Son áreas difíciles o imposibles de restaurar, que una vez alteradas se destruyen. El no considerar la importancia de nuestras regiones kársticas ha demostrado una seria pobreza en la planificación, lo cual habrá de causarnos problemas más serios en el futuro.

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